Sensor oxígeno Mazda 3
¿Qué es?
El sensor oxígeno Mazda 3 secundario es un dispositivo esencial en el sistema de control de emisiones del carro. Su principal función es monitorear la eficiencia del convertidor catalítico, comparando los niveles de oxígeno antes y después de la combustión. A diferencia del sensor de oxígeno primario, que ajusta la mezcla de aire-combustible, el sensor secundario verifica que el catalizador esté reduciendo las emisiones contaminantes correctamente.
Ubicación
Este sensor está ubicado después del convertidor catalítico, en el sistema de escape. Trabaja en conjunto con el sensor de oxígeno primario, que se encuentra antes del catalizador. La ubicación precisa puede variar según la marca y el modelo del automóvil, pero siempre está en la tubería de escape posterior al convertidor.
Importancia
La principal función del sensor de oxígeno secundario es verificar la eficiencia del catalizador. Si el catalizador no está funcionando correctamente, el sensor lo detectará y enviará esta información a la computadora del vehículo, encendiendo la luz de “Check Engine” en el tablero. Un sensor secundario defectuoso también puede provocar un aumento en las emisiones y afectar el rendimiento del automóvil al permitir que gases nocivos como el monóxido de carbono se liberen al ambiente sin el tratamiento adecuado.
Síntomas de falla
Los síntomas de un sensor de oxígeno secundario defectuoso incluyen:
- Encendido de la luz “Check Engine”.
- Mayor consumo de combustible.
- Pérdida de potencia en el motor.
- Fallo en pruebas de emisiones.
¿Cuándo cambiarlo?
El sensor de oxígeno secundario debe revisarse cada 60,000 a 100,000 kilómetros, dependiendo del vehículo y las condiciones de uso. Si se enciende la luz de “Check Engine” y los códigos de diagnóstico indican un problema con el sensor, es momento de reemplazarlo. Ignorar su mantenimiento puede resultar en fallos en el convertidor catalítico, lo que conlleva reparaciones más costosas.
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