Exploradora derecha Chevrolet Dmax-Rt
Importancia de una buena iluminación
Las luces no solo nos despejan el camino, también avisan a los demás de qué lugar ocupamos en él. Pero poner las luces es más que girar el mando del alumbrado: a cada circunstancia corresponde un tipo de alumbrado. El conductor debe saber cómo interpretar las circunstancias, adecuar la velocidad y escoger el alumbrado en función de cada momento.
En cualquier caso, un alumbrado adecuado y en perfectas condiciones es imprescindible, ya que las luces del carro son decisivas en emergencias, inmovilizaciones en vías mal iluminadas, circulando por carreteras reviradas o dentro de un túnel.
Por ello, es crucial contar con un correcto alumbrado en cada momento, revisar todos los componentes de iluminación del vehículo y comprobar el reglaje de los faros. Y si de pronto alguien te deslumbra, disminuye la velocidad de forma progresiva hasta incluso detenerte si fuera necesario.
Luces altas
Se emplean solamente noche, en carreteras insuficientemente iluminadas. La norma indica que cuando no se lea una placa a 10 metros o un vehículo oscuro a 50 metros, circulando a más de 40 km/h.
Debe cambiarse a la luz de cruce si deslumbra a peatones y a otros conductores de frente o por los retrovisores. No debe utilizarse en poblado. En autovías y autopistas también hay que cambiarlas por las cortas siempre que venga otro vehículo de frente, incluso aunque haya una mediana.
Luces bajas
Se usan de noche, siempre, en todas las vías y de día, en todas las vías, con niebla, mucha lluvia, nevada o nubes de polvo o humo. Por supuesto, en todo momento en túneles, carriles reversibles, adicionales y habilitados para circular en sentido contrario.
No es obligatorio, pero sí aconsejable, circular con las luces de cruce encendidas durante el día, ya que los vehículos se distinguen mejor.
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