-Hidráulicos:
No requieren mantenimiento y son los que mejor trabajan a elevados niveles de presión. Constan de un pistón dentro del cilindro donde fluye el aceite de un extremo a otro del amortiguador.
-Hidráulicos con válvulas:
El aceite no circula por los orificios sino por unas válvulas que hacen los vuelven más suaves y eficaces.
-De doble tubo:
Funcionan con dos cámaras por las que circula el aceite si son presurizados, o aceite y gas si no lo son. Al ser más cortos y tener menos fricción, resultan ideales en situaciones extremas como grandes baches.
-Mono tubo:
En este caso, cada una de las cámaras recepciona un componente: gas o aceite. Entre ambas se encuentra un pistón flotante y dependiendo de la presión a la que estén expuestos se puede regular la dureza y frecuencia.
Importancia de los amortiguadores
Los amortiguadores son muy importantes para el buen funcionamiento del vehículo. Son varias las funciones que cumplen, entre ellas, mantener el control del bamboleo de la suspensión en la vía para ganar adherencia en la misma, así evita dar tumbos. Ganar estabilidad en las curvas, evitando los tumbos que se producen al momento de girar y el desequilibrio al tomar las curvas, sobre todo cuando se va a una velocidad considerable. Reduce la distancia del frenado. Esto es importante para evitar accidentes y riesgos de sufrir una colisión.
Si los amortiguadores de tu carro presentan fallos, dirígete a tu taller de confianza.
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